Con la tecnología de Blogger.

Archive for 2017

Carta #9: Es verdad


posted by Universo & Rizos on , , , ,

No comments





Hola.


Espero que esto no se vuelva costumbre. Nos volvemos a hablar después de el tiempo exacto, y esto no me gusta para nada. Quiero ser breve, siento que si gasto más palabras en las cosas que quiero decirte, terminaré en un vórtice que me podría aniquilar. Las palabras me pueden enredar y quizás te quedes aquí por no sé cuanto.

Entiéndeme.

Entiende que no quiero que sigas acompañándome. En este punto te lo digo a ti y a mí también, porque sé que mis portales se abren cuando te asomas y se envician con dejarte entrar a ver qué tanto daño haces, para luego estar apurados para vomitarte. Eso no es bueno para mí. Honestamente quiero destruir todo y olvidarme que exististe en algún momento. No sé qué hice para tenerte rondando por mi zona de paz. O bueno, sí sé qué hice, pero tú sabes que eso no fue mi culpa.

Te cierro todo.

Te cierro las puertas, las ventanas, todo. Te apago las luces, incremento la seguridad, te cancelo, todo.
Me borro la memoria, me olvido de ti y destierro los lugares que fueron pisados por ti. Se lo dejo a la vida, al universo, a Dios, que dispongan de mí, y me guíen y me llenen de luz y del amor que corre por mis venas.

Adiós.
Adiós.
Adiós. 

Carta #8: ¿Qué tal?


posted by Anónimo on , , , ,

No comments



Hola.


Así que eres el fantasma. Oye, qué lindo fantasma eres, si no fuese porque no soy tan masoquista, te pediría que fueras mi amigo. Ahora entiendo por qué eres tan difícil de hacerte desaparecer. ¿De verdad eres de los que se queda por el resto de la eternidad? En algún punto de mi mente juraba que eras de esos que no sufrieron cuando vivos, y hacen visitas por hobbie, pero ve, no te has ido. Quizás es un deseo absurdo que tengo de que te vayas, y lo exteriorizo a tu realidad. ¿Te vas a ir? 

Por favor, vete.

Normalmente solo me dedico a hablar con los míos, pero a ti te escribo cartas. Una parte de mi quisiera verte en alguno de mis sueños, charlar un poco, preguntarte muchas cosas, saber por qué moriste y por qué decidiste estar en mi mundo. Lo sé, vienes por añadidura pero, ¿no te cansas? Yo no me canso, jamás, así termine en estado terminal. Siempre busco una manera de seguir. Pero en serio.

Por favor, vete.

No es necesario que me apuntes y me digas egoísta, yo sé que lo soy. Yo sé qué deseo y precisamente verte vagando por aquí no es algo que tenga en mis planes, pero como puedes observar, no te puedo ni barrer, ni esfumar, ni absorber con mi aspiradora. Debes irte por tus propios medios, por tus propios miedos, y por los míos. De paso te los puedes llevar también, no los necesito y de verdad extraño mucho respirar con normalidad.

Pero espera.

Antes quiero aclararte por qué quiero que te vayas, y no lo describiré detalladamente, ni escribiré un periódico de razones porque simplemente no las tengo; sin embargo apuntaré lo obvio y te lo repetiré.

Oye,
estás muerto.
Yo,
estoy viva.

Si prometes jamás volver, yo prometo jamás volver a escribirte.

Sinceramente te abrazo, y te suelto. 

K.

Pd: Pensándolo bien, dame mis miedos, yo me encargo de ellos. No quiero una razón más para que me ates a ti, aún así no lo desee. 

Carta #7: Carta a una extraña, que está en un lugar lejísimos un domingo cualquiera.


posted by Anónimo on ,

No comments









Dicen que todos los domingos son como el fin del mundo
¿cómo sobrevives a ellos?
”Esta carta nació de #HelloStranger Escrita el 15 de enero en la mañana
y reescrita hoy 22 de enero.


Querida Extraña.

Siempre he tenido una curiosa relación con los benditos domingos; nunca puedo predecir a donde se dirige o qué quiera hacer con mi vida. ¿Que si es como un fin del mundo?. Sí, claro y de hecho siempre lo he considerado, al igual que cualquier otro ser inteligente.

El invento del domingo como el fin del mundo se da con los años. Recuerdo que en mi niñez añoraba los domingos y sus miles de oportunidades; las idas al mar, la excusa de poner mis pies sobre la tierra húmeda y la oportunidad de conocer otros niños disfrutando de su día preferido. Éramos libres en la tierra y nos metíamos en el mar. Creo que nuestra única preocupación se reducía al clima. Deseábamos más que nunca que el sol estuviese en todo su esplendor, porque sabíamos que nuestro "mundo" se acabaría cuando el atardecer se asomara. Irónico, porque en mi presente lo que más anhelo es que el sol se esconda, para poder decir victoriosa que sobreviví a un domingo.

Y es realmente curioso, cómo es que la visión cambia aunque la posición del sol sea la misma. Cíclica, pero nosotros no. ¿Sabes? No sabría cómo decirte si he sobrevivido más domingos de los que he morido. ¿Morido?. Morido. (Jeje). De igual modo a veces por mero masoquismo dejo que el domingo me lleve con su calor particular, y sus noches húmedas, frustrantes y silenciosas. Por desgracia -o quizás por fortuna- no he compartido con muchos lo que significa el domingo para mi. Todos lo viven cotidianamente, algo que se puede solucionar con un poco de música y una simple cerveza. Ah si, y con compañía. Creo que en el fondo habrán miedos de quedarse solos un domingo con su mente e ideales, por lo tanto huyen de todo; en cambio yo, hago lo posible para escuchar todo lo que pueda: desde mis pálpitos hasta la sangre que corre por mis venas, y me confirma que sí, que estoy viva y que otros problemas van a llegar a mi de manera inevitable.

Extraña, ¿me permites darte un apodo de cariño? Vamos a llamarte Clemencia.

A pesar de que soy una mujer de pocas palabras, disfruto mucho enviarte esta carta, y tengo el presentimiento que poco a poco, harás que te cuente historias, al punto de que te cansarás de leer mis constantes ramificaciones. No importa, de eso se trata conocerme. Y lo siento, si reviví hoy lunes para poder contarte todo.

Y para finalmente, responder a tu pregunta:

Yo
No
Sobrevivo
Los
Domingos.

Los
Domingos
Me
Hacen
Sobrevivir
El
Resto
De
La
Semana.

Es más. Te voy a compartir algo de afuera, para que me entiendas por qué te digo esto. Yo dije alguna vez que no es amor lo que necesito, y creo que aquí explico mi relación particular con los domingos. 


Y tú, ¿cómo lo sobrevives?

Ven acá, ¿y si me muestras cómo lo haces, y vemos cómo lo sobrevivimos en compañía?, claro, por las letras.

Un abrazo, Clemencia.


Rizos.


PD: Aquí pueden ver la respuesta a la pregunta: Todos los domingos son como el fin del mundo, ¿cómo sobrevives a ellos? para la sección #HelloStranger con @clemsinoxígeno