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posted by Anónimo on

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No hay necesidad de ser más tristes, si con despertar en el mismo sitio todos los días es más que suficiente. Los recuerdos, palabras mal labradas, los soliloquios fallidos y ahogados que se recitan en la habitación, hacen parte de la tristeza rutinaria de nosotros mismos, y de los amores de nuestras vidas. No hay que perder oportunidades, destilar las tristezas de nuestros amores a ellos mismos, que sufran con nosotros y quizás así nos entiendan.

Quisiera que tus manos ya no sudaran, y que se desaparezca el ceño fruncido de tu rostro, la preocupación conlleva más desdichas y es tan solo tu voz, y su voz la que podría apaciguar el universo tensionado. Es como despertarse de nuevo y esta vez, con la oportunidad de cambiar un mundo aparentemente deteriorado. No más soliloquios de otoño por hoy, ni oportunidades perdidas, ni procastinaciones aleatorias.

Tu voz, su voz, y las lágrimas, para hoy por la noche.
De igual modo, los rizos calman las asperezas, y también, es una armadura perfecta.



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